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lunes, 29 de febrero de 2016

Tu inocencia interrumpida

Me duele tu inocencia interrumpida.
Me duelen tus ilusiones rotas.

Me duelen las frustraciones
que has tenido que afrontar
desde la ternura de tu ojos
has aprendido a sufrir demasiado pronto.
Sabes demasiado de la vida.

Llevas cargada a la espalda
las omisiones del ayer
y las responsabilidades del mañana.
Aún tú,
que ni siquiera tienes derecho a voto,
cuelgas demasiadas sonrisas
que ocultan lo que ocurre en casa.

El alcohol no es su aliado,
ya lo sabes.
Cada noche calmas
la mirada amedrentada de los 5 años.
Con una sonrisa forzada
y un: "Vamos a estar bien, no pasa nada"
que a ti misma te gustaría poder creer.

Me duele que tu cuerpo de niña
camufle la fortaleza de una mujer.
No es justo.

Me duelen tus reflexiones nocturnas
acompañadas
de la banda sonora
de los gritos y los golpes
que te desquebrajan
a cada minuto el alma.

Me duelen tus ojos
teñidos de desconfianza.
Tu mirada hacia el mundo,
vacía y desesperada,
Anhelando cobijo en personas
que no te darán más
que alguna palmada en la espalda.

Me duele
que presuman de empatía
y rebosen incomprensión.
Que vean en tu conducta manifiesta
la dureza de tus actos y palabras.
Sin indagar acerca
del dolor de tu corazón.

Me pesa.
Me pesa mucho tu mochila,
con las miserias de la vida.
Me pesan tus sentimientos encontrados
de amor y rencor,
necesidad e indefensión,
miedo y valentía.

No quiero
un mundo tan injusto
para tu mente de niña.
Quiero
que te devuelvan la sonrisa
los ojos a los que miras.
Que un día
recuerdes
que estas piedas
te hicieron fuerte
pero no quebraron tu camino.

Me enerva
que aquellos que han de protegerte
sean los que más te hieren.
Sitúate,
por favor,
en el lugar que te pertenece.
Salta, baila,
y que tu mayor preocupación sea
comer o no las judías de la abuela.

Y no evitar los gritos por los golpes ahogados.
Y no que nadie seque tus lágrimas.
Y no que nadie te cure las rodillas.

Me duelen tus ilusiones rotas.
Me duele,
Tu inocencia interrumpida.




Chica Salada

viernes, 26 de febrero de 2016

Aún me dueles

No puedo insultarte.
No puedo golpear a un recuerdo.
No puedo arañar la cara 
de alguien que ya no está ahí.
No puedo odiar al propio miedo.

Aún en la distancia
me haces daño,
Aún pese al olvido,
me hieres.
El ser inerte 
de tu presencia
no se marcha 
pese al paso de los años.

Aún me duelen los engaños.
Aún tengo las marcas 
de los bofetones 
silenciosos 
de tu nombre.
Aún.
Aún me dueles.
Aún huele en mi memoria
A las noches de invierno y autoengaño.

Aún lloro en la penumbra. 
En la almohada.
Recordando aquellos días.
El silencio 
es más tormentoso 
que el olor a quemarropa.
Que el dolor físico.
Más aún.

Puedo aguantar golpes; 
Tengo una coraza para eso.
Pero aún 
me pesa el daño de dentro.
El de verdad. 
El dolor psicológico y emocional.
Os lo aseguro,
Ese lastra mucho más.

Y sé que aún necesito tiempo 
para que las heridas comiencen a sanar.
Aún no tengo callo.
Aún está mi corazón pesaroso.

Aún me dueles.
Ya no te quiero.

Pero aún tengo miedo a tu odio. 


Chica Salada

miércoles, 17 de febrero de 2016

Como cuando aprendía a montar en bicicleta

Sólo conozco este modo de vivir:
Al 100%.
Como cuando te caes con la bici
hasta que logras aprender.
Sólo sé lanzarme al abismo,
una y otra vez.
Hasta que me sangren las rodillas.
Y sólo sé echarles alcohol
para que cicatricen rápido.
Aunque duelan más.


Sólo es así como sé querer:
Todo al rojo.
Que el agua me queme tanto
que enrojezca mi piel.
Como su mirada.
Como de su boca mi sed.
Que me desarme con tan solo una palabra.
Que un beso nos transporte
al atardecer más bonito
visto desde la Torre Eiffel.

Me gusta ser yo misma con él.
Desvestirnos de miedos.
Ser calma en su impaciencia.
Que sea sonrisa en mi tartamudez.
Es bonito.
Cicatrizar las heridas con alcohol y besos.
Querer seguir desollándome las rodillas.
Como cuando aprendía a montar en bicicleta.
Pero ahora aprendiendo a quererle a él.

Chica Salada

jueves, 4 de febrero de 2016

SER FUERTE



Ser fuerte es saber agarrarse bien en las despedidas. Es mirar al recuerdo con una lágrima y después saber sacar una sonrisa.

Ser fuerte es saber decir adiós. A una persona. A una etapa. A una vida. No engañarnos a nosotros mismos, comprender que mañana, no serás el que eras.

Ser fuerte es renunciar al salvavidas. Decidir nadar por ti mismo. Aunque duela.

Ser fuerte es aprender a despedirse. Y a decir "hasta pronto". Comprender que los caminos se separan, pero que los corazones siempre caminan en paralelo.

Ser fuerte es saber que nadie te enseña previamente a madurar. Que te toca a ti comprender que en esta vida siempre hay un comienzo, y por ende, un final.

Que las etapas, terminan. Pero que hay personas que siempre permanecerán

Chica Salada