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sábado, 30 de marzo de 2013

Por unos pequeños pasos de felicidad

Buscar el camino. Encontrarlo. Seguirlo. No perdernos en el. Seguir caminando.

Y cuán difícil a veces resulta cada paso en ese camino. Mirar al lado y vernos solos, desamparados, o tan acompañados de multitud de gente que nos agobiamos.  El cansancio de caminar, pero la motivación de llegar a la meta final. Vislumbrar el horizonte y caminar, y caminar...

Pero el camino es eso; dar un paso, y otro,  y otro más. Me pregunto por qué a veces se nos olvida que esos pasos...también los hay que disfrutar. 

Se nos olvida que la vida no está sólo para llegar  a una meta final, personal o profesional, si no para vivir con intensidad cada uno de esos pasos que somos capaces de dar. Trasladar las grandes y lejanas expectativas a metas pequeñas que podemos afrontar, que podemos vivir intensamente, que podemos saborear. 

En un mundo donde la filosofía del consumo se va haciendo cada vez más importante, donde las relaciones sociales cada vez son más amplias y más superficiales, donde el protagonismo se lo lleva quien tiene la fama, el más guapo, y no el que tiene su mundo interior más desarrollado... en un mundo donde la palabra CRISIS está marcada a fuego en nuestro pensamiento, donde las expectativas de progreso social y económico cada vez son más negativas.... Se nos olvidan los pequeños pasos, los pequeños placeres del día a día. Las conversaciones, las charlas, los momentos con los demás, y los momentos para uno mismo. Los momentos para leer un buen libro o saborear un rico café. Los momentos para escuchar una canción sin pensar en nada, tocar las cuerdas de una guitarra, pasear, hacer deporte...disfrutar de ti mismo. Momentos para dar a un amigo una palmada en la espalda, disfrutar realmente de una charla, reir, soñar, bailar, cantar, abrazar, acariciar, besar. Momentos en los que liberar la mente de las preocupaciones que tenemos marcadas a fuego, de las altas expectativas que nos ponemos, del sufrimiento al que nos empeñamos constantemente en recordar.... Momentos para disfrutar. Para soñar y reir. Para vivir.

Dejemos atrás las grandes preocupaciones. Dejemos durante algunos momentos de nuestro día a día, de pensar a lo grande para centrarnos en lo pequeño. Dejemos de martillearnos con la crisis, con los problemas económicos, con los problemas de salud o de relaciones sociales, de si tenemos pareja o no , de si encontramos o no el trabajo de nuestros sueños, o si quiera si encontramos trabajo. Intenetemos dejar de depender de pastillas para dormir y conciliar el sueño, e intentemos vaciar nuestra mente de oscuros pensamientos. La negatividad lleva a la negatividad, y el optimismo lleva a la felicidad. Y centrarse en la felicidad, lleva a tener una vida feliz. ¿Acaso no es lo que deseamos todos?




Pese a todos los obstáculos, pese a todas las altas expectativas....centrémonos en las pequeñas cosas que nos hacen feliz. En todas y cada una de las cosas que nos salen bien, que nos gustan, que nos hacen sentirnos en paz con nosotros mismos y con los demás..... En los pequeños pasos del camino que estamos dispuestos a dar =)






miércoles, 6 de marzo de 2013

El Elefante Encadenado

Jorge Bucay. 
Psicólogo y escritor que estoy empezando a conocer.
He de decir que de momento todo lo que leo de él, me encanta. 

Os dejo esta pequeña historia , espero que os guste.



"Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. 


Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía… Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás… jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…" 









No hace falta que exprese nada. Cada uno podemos hacer la mejor interpretación personal, que se acerque a nuestra situación y a nuestra historia.

Os iré poniendo más cuentecitos, espero que os gusten y os sirvan, y os ayuden a mirar con perspectiva, a coger fuerzas para tener una actitud que haga de vuestra vida, un poquito mejor :)