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domingo, 6 de enero de 2019

Mujeres luchando

Decía Escandar: "Mire donde mire solo veo mujeres luchando". Mujeres luchando, mujeres volando, mujeres  corriendo. Mujeres arrastrando pasados de otras mujeres con menos voz, rompiendo cadenas, buscando ser libres. Buscando decencia.
Mujeres luchando. Mujeres de casa, de empresa, sin carmín o pintando sus labios. Domando demonios, domando a sus monstruos, domando a la bestia que duerme al lado, domando miedos. Domando sueños. Dejando de soñar por los sueños de otro.

Mujeres luchando. Manos de madres, de abuelas, que cuidan, que sanan por dentro y por fuera, que abrigan. Mujeres que despejan las nubes  en los días malos, que son hogar. Que quieren por encima de todo.

Mujeres luchando. Mujeres valientes que gritan de rabia al que oprime su pecho, miradas de rojo fuego, palabras que nunca fueron más verdad, muchos aún se niegan a creerlo. Patadas al "algo habrá hecho". Mujeres Luchando.  Mujeres que ya no callan la rabia de sentirse objeto, coartadas, con miedo. Ya no somos mujeres florero. Mujeres sinceras, que hacen hogar, abuelas, madres, hermanas, compañeras. Sin medias naranjas, libres, enteras.

Mujeres luchando. Mujeres que anhelan justicia. Sin techos de cristal, sin despidos por maternidad, sin medición de la falda por encima de la valía. Mujeres que buscan igualdad. Mujeres que sonríen a la vida.
Mujeres luchando. Mujeres tatuadas con el "ni una menos". Mujeres con el puño en alto desde el despacho, la calle o la cocina. Mujeres valientes que son ejemplo. Ni sumisas, ni putas. Mujeres. Personas.

Las que vienen.
Las que estuvieron.
Vosotras. "Mire donde mire solo veo mujeres luchando"

jueves, 6 de diciembre de 2018

Justo debajo de las costillas

Tengo tu frío aquí, enquistado,
Justo debajo de las costillas.
Soy una viuda del amor,
Demasiado equívoca,
Demasiado perdida.

Tengo el valor de ser fuerte
Pero tu recuerdo me acompaña
Aquí, justo debajo de las costillas.

Renacer de mis cenizas
No deja de ser
otro modo de evitar pensarte,
De seguir caminando, aún,
sin mirar hacia arriba.

Reconstruir mi valentía
Es una forma de decirme a mí misma
que pese a ti,
Sigo viva.

Encuentro otro hogar
Que no juzga,
No duele,
Abriga.
Pero siempre sentiré que sigues aquí,

Justo debajo de las costillas.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Hadas

Cuántas hadas
han desaparecido en cuentos
que ya no existen.
Cuánto hielo
se ha colado en un corazón
que aún lucha por latir,
pese al dolor de asumir
que en la vida adulta
ya no quedan cuentos.

La desilusión vive en mis párpados caídos y las pestañas se han marchado cansadas de tantos deseos que no llegan.

Siempre lo mismo.

He rezado demasiado
Por  llegar al punto medio exacto
entre el negro y el blanco,
y en nuestra paleta ya no quedan colores
y ya, no existe el gris.

Aún estoy anclada en mis miedos.

Nos empeñamos en jugar
a construir edificios
que no tienen cimientos,
Ojalá la realidad
no golpease tan fuerte.
Ojalá aún pudiera creer en los sueños.

Sigo siendo un hada vestida de verde
intentando hilar el sentido inconexo
entre que no me entiendes
y no te entiendo.
Y cómo duele saberse
en un callejón sin salida.

O huyo, o me doblego.

Y no quiero ninguna de las dos
versiones de este cuento.

Creí tus palabras y promesas
y solo veo a ciencia cierta
que duran muy poco los hechos.
Quizá la mejor versión de ti solo vive en mis pensamientos.

Cómo duele saber
Que las lágrimas pesan más
cuando no encuentran hogar
que les de sosiego

Soy un hada vestida de verde
Que quiere escribir el final de su cuento.

Rojo

Rojo pasión,
Rojo amapola,
Rojo suelo.

Hipocresía vestida de calma.
Gritos desgarrados tras una sonrisa amarga.

Rojo embriaguez,
Rojo indefensión,
Rojo desconsuelo.

Silba despreocupado el desaliento tras capas que pintan mi infancia,
yo tengo aún grabado el dolor
del metal en el cuello.

Aunque ya no existan.
Aunque sólo queden recuerdos.

Rojo sangre.
Rojo miedo.

Rojo el martillo que construí con los fantasmas que me atormentaban,
Rojo vida que me quema y me abraza.
Rojo el presente,
Rojos mis sueños.

Soy la que ya no fui,
he tapado las grietas
Y he forjado espadas con el metal de mi cuello.

Me he pintado los labios y he cambiado el rojo por el negro.

Rojo felicidad,
Rojo lucha,
Rojo fuego.

domingo, 29 de abril de 2018

Manada, Aullaremos

Hermana.
Desdentada la muerte
se fijó en ti y tú,
mirando al frente,
sólo querías que acabase.
Chirriaban los destrozos
de tu esencia a cada golpe,
a cada carcajada.
A cada vejación.
Y tú,
Sólo ansiabas que acabase.

Fue tanto el estruendo
que el dolor rompió
en mil pedazos tu mente
para salvarte.
Para no morir.
Para esperar a que acabase.

Mamá, yo no he sido.
No me tengo en pie,
Son más.
En número.
En edad.
Tengo miedo.
¿Es mi culpa?
No quiero morir.
Tengo
miedo,
Mamá.

Despertaba al mundo una inocencia
ahora desgarrada,
rota,
amedrentada.
Victimizada.
La elaboración del trauma
habría de ser para ellos.
No medimos en centímetros la humillación,
sino en los años que se tarda en olvidar.
En recomponer la mente.
En sanarnos.

Hermana,
ellos fueron los culpables.
Te creemos.
No estás solas.
No somos de nadie.

Aquí tienes tu manada.
Contigo, por ti, por todas

Aullaremos.  




Chica_Salada
Sofía Reguillos

sábado, 10 de marzo de 2018

NO SE EMPIEZA PEGANDO

No se empieza pegando.

Las mujeres no somos idiotas, no nos enamoramos de quien nos pega. Nos enamoramos de quien nos trata bien, nos hace sentir deseadas, protegidas. Al menos al principio.

Se empieza con un mal gesto. Una mirada de incomprensión y rechazo a algo que has dicho o hecho. Y te tienes que justificar, no querías que le sentara mal, joder. Y te pide perdón. Y volvéis a estar bien.

Después él habla mal de una amiga tuya, porque no te conviene, es muy fresca, tóxica. Te lo dice porque sólo piensa en ti. O unos celos por hablar con un amigo, o un ex. Porque tiene miedo de perderte. Y tú le entiendes, y le pides perdón. Y volvéis a estar bien.

Después le sigue una discusión. Porque no le coges enseguida el teléfono. Porque le has dejado en visto. Porque no tienes ganas de sexo. Porque pasas mucho tiempo con tus amigas, o con tu familia. No le dedicas el tiempo suficiente. Como si tu tiempo le perteneciera. Porque él solo quiere estar contigo y no lo valoras. Y cedes.

Después volvéis  a discutir. Porque ante algo que tú no estás de acuerdo, él  reacciona diciéndote una palabra más alta que otra. Le dices que tú mereces respeto. Y te pide perdón, porque es que se pone nervioso, no le entiendes y se altera, solo quiere tu bien. Y tú le perdonas. Y de nuevo, bien.

Y la gente lo ve. Y tú lo justificas. Y cada vez hay más discusiones, y buscas a tu gente para desahogarte y llorar sin ser juzgada. Y te consuelan, y te aconsejan, y te recomiendan que le dejes.

Pero él vuelve. Con una sorpresa, o un regalo. Te promete que va a cambiar porque solo quiere pasar su vida contigo. Y tú vuelves con él, con la esperanza de que al fin estéis bien. Y tus amigas y familiares lo ven, y se cansan.

Así que intentas hacer que funcione. Crees que puedes controlar sus enfados. Dejas de hablar con chicos. Te vistes sexy sólo con él. Dejas de quedar con tus amigas el finde. Te aísla. Pero quieres estar bien.

Y ante cualquier detalle, él vuelve enfadarse. Esta vez con un grito. Un puñetazo en la pared. Un empujón. Un insulto. Y tú dices que ha sido algo puntual. Que él no es así. Quieres autoconvencerte porque la disonancia cognitiva es demasiado fuerte.

Y tus amigos te dicen que le dejes.

Pero tú lo defiendes, finges y te invade la ansiedad. Lloras a escondidas. Te sientes atrapada en una relación dónde hay más momentos malos que buenos. Quieres volver al inicio. Quieres creer. Porque él siempre te engancha para creer.

Después él se enfada por haber hablado con alguien de vuestras intimidades. Puta. Sinvergüenza. Sin mí no eres nada. Nadie te va a querer. Y tú le crees. Y normalizas todo aquello que te ha dicho durante tanto tiempo, sintiéndote agradecida porque, de vez en cuando, haya un momento de sosiego.

Aún no han llegado los puñetazos. Pero solo estamos a un paso.

Esto, señores, es el círculo de la violencia de género. La escalada de violencia.

No duelen solo los golpes.

Saber identificar el inicio es salvavidas.

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Sofía Reguillos

domingo, 25 de febrero de 2018

Escribo

ESCRIBO

Escribo,
porque el mundo me hizo así.
Porque me enseñó
que es la manera más eficaz
de quitarme el barro
de las heridas.
Porque el dolor con sal
en la boca escuece,
pero cura.
Y porque no sé sanar
de otra forma.
Escribo,
Porque estamos sordos
y morimos de ganas
y de sueños.
Porque nos creemos
inmortales en nuestra fragilidad.
Y no sabemos
aún cómo
recubrir nuestra armadura.
Porque aún tragamos falsos mitos,
nos dejamos morir en otros brazos,
Y se nos ha olvidado
que el punto más álgido
del amor
está en nosotros mismos.
Escribo,
porque hay mensajes
que se dicen pero no se escuchan.
Porque no hay respiración
que valga menos que cualquier bandera.
Porque nadie debería
dar la mano al odio nunca.
Porque el amor salva vidas.
Porque la solidaridad
tendría que ser
nuestra más valiente compañera.
Escribo,
Porque ya no necesito un por qué,
pero sí motivos
para armarme de ganas
cuando me fallan las fuerzas.
Porque en la oscuridad
yo soy de las que aún busca luz,
y cree en quien la crea.
Escribo porque aún creo en la vida,
en las palabras y en las personas.

Escribo,
Básicamente,
Porque no se vivir de otra manera.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

No ha muerto. La ha matado.

No ha muerto. La ha matado.
No quería dejarle, reunió el valor y le dejó.
Y le denunció.
Él amenazó con matarla.
Le pinchó las ruedas del coche.
La seguía sintiendo suya.
Le volvió a denunciar.
Orden de protección de 200m.

Y fue tan fácil como presentarse delante de ella con una navaja, arrastrarla del pelo y meterla al coche.
O mía o de nadie, puta.
Has tenido los cojones de denunciarme.

Casi puedo sentir su miedo, el corazón a 1000 sabiendo que iba a cumplir lo que tanto había anunciado.

Me va a matar.
Nunca veré la cara de mis hijos.
No podré averiguar si existe otro tipo de amor que me merezco.
Dile a mi madre que le quiero...

Esta chica era más pequeña que mi hermana. Y ahora no está.

Porque él no quiso que estuviera.

Aún se cuestiona el machismo.
Aún se cuestiona la Violencia de Género.

Pongámonos en la piel de los últimos minutos de vida de esta chica.
Y de su familia

Sólo con la empatía podemos empezar a cambiar las cosas.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

¿Dónde puedo encontrarte?

Niña enfurruñada, traviesa
que juegas con las nubes
y sueñas por encima
de las tormentas
que agujerean el alma.

Niña de rizos dorados,
que saludas al mar y abrazas,
a nosotros se nos ha olvidado
besar la vida en las miradas.

Niña alegre,
que llenas de sonrisas
mis recuerdos amargos.
Dime dónde puedo
encontrarte aquí dentro,
hace frío y tengo miedo.
Enséñame de nuevo
a abrir las alas.
Enséñame de nuevo
a ser incendio.

martes, 21 de noviembre de 2017

Cervezas a medias

Y de repente nos dejamos
las cervezas a medias,
las ganas en los abrazos
y las cabezas altas,
como si el paso hacia adelante
por fin enterrase el orgullo
que tanto tiempo habíamos ocultado.
Como si de repente
el miedo fuera el cobarde,
y no nosotros.
Como si hubiésemos recuperado
los días del calendario
que tachamos esperando
el beso que nos salvase.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Amas tus sombras y luces

Amas tus sombras y luces,
Juegas con el tablero a medias
buscando ganar la partida,
Sabes todo lo que te ha costado
mover cada pieza,
cada desgana,
cada desilusión,
cada esfuerzo que has hecho
para llegar hasta aquí.
Y no te has rendido.

Te conoces.

Apuestas todo al rojo,
a veces tienes más ganas
que sentido común y eso,
Te hace único.
No lo pierdas.

Eres sosiego en el acantilado
y aceleras cuando el corazón
se te sale del costado,
¿Has pensado cuántas personas
soñarían viajar a tu lado?

No te conformes con un abrazo
menos fuerte de lo que necesitas,
unos besos sin pasión
o unos labios que no sonrían
ante tu manera de explotar la vida.

Eres fuerte.
Eres pasión.
Eres vida.

No busques menos que eso.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Coser el corazón

Pedacitos de un 'Te Quiero' recorren mi garganta y tú me observas, sin saber el porqué de mi mirada ausente.
Ay, amor, si supieras lo que duele coser el corazón tantas veces.

Sigo bailando

Tengo la vida al ras de los labios y la boca me sabe al humo de los inviernos que han pasado por aquí.

Aún siento los casquillos enquistados en la herida,
sigue viniendo el recuerdo a visitarme y empiezo a entender
que ya forma parte de mí.

Soy lo que soy,
Y lo que fui.

Aún construyo con mis manos un futuro a ciegas entre el verde y el gris.

Y bailo entre el sol y la lluvia,
sin paraguas y con el miedo bajo el brazo, como quien conserva su secreto más preciado.

Y tal vez.

Ya he perdido tanto
que no me da miedo a seguir perdiendo.

No sé.
Quizá por eso sólo me queda un camino:

Sigo bailando.

domingo, 15 de octubre de 2017

Nos dijeron...

Nos dijeron que íbamos a dolernos. Pobres los que no creyeron que vivir con dolor nos haría más humanos.

Nos dijeron que la sangre sería nuestra compañía, lo que no pensaron es que aún con las espinas seguiríamos brotando pétalos.

Nos dijeron que íbamos a ahogarnos. Ilusos aquellos que no vieron que aprendimos a aprovechar cada soplo de aire con nuestras propias manos.

Nos dijeron que la sal dejaría la herida en carne viva. Lástima que no sabían que eso nos sanaba por dentro.

Que pena que no creyeran en nosotros. Porque nosotros sí lo hacemos.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Noa hemos roto tantas veces

Nos hemos roto tantas veces
que nos hemos hecho invierno
para que no nos quemen
más los golpes.
Menos mal
que no sólo es herida
lo que cubre nuestra piel.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Algún día el mundo comprenderá

Algún día el mundo comprenderá
que pesa más lo que nos une
que lo que nos separa.
Que el odio divide, nunca gana.
Que vale más un abrazo
que una lanza. ❣

domingo, 2 de julio de 2017

El amor será más fuerte que las balas

EL AMOR SERÁ MÁS FUERTE QUE LAS BALAS

Te quiero.
Te he querido a gritos y a susurros,
a destiempo.
Te he observado a lo lejos
impaciente, impasible
desde las cadenas
de este oscuro cuarto,
sedienta.
Te he admirado con orgullo
y con el miedo de quien no sabe
si dar un paso al frente
supone perder todo lo que en otra vida fui.

Te he mirado anclada
en mis creencias ancestrales,
preguntándome día y noche
por qué amar puede doler tanto
cuando nadie lo entiende.

Me he preguntado por qué
nadie te ve desde mis pupilas.
Por qué no comprenden
que tu risa es la armonía
que me ilumina cada mañana,
que tu mirada
transmite la bondad
que quiero inculcar a mis hijos,
que tu clavícula
susurra poesías
y tus manos
están cansadas de labrar un futuro mejor.
Ese que todos queremos.

No sé por qué nos enjuiciaron
antes incluso de nacernos.
A nuestras abuelas.
A nuestros bisabuelos.
Por qué pesa más
el poder de una bala
que el de un beso.
Por qué las trincheras
fueron el refugio de amor
de hombres indefensos.
Por qué nos impusieron
cómo ser, cómo amar,
cómo vestir, cómo vivir,
sin darse cuenta
de que moríamos en vida.

Y aquí estoy,
recordando las reflexiones
de tiempo atrás,
cuando escribíamos en nuestra espalda
cómo cambiaríamos el mundo.
Aquí estoy,
saboreando aún en mis labios
el perfume de azahar en tus caricias,
cuando creíamos que nuestro amor
podría con todos los muros.

Y no.
El mundo aún encierra la hostilidad
de la que un día nosotras nos despojamos.
Y aún no nos entienden.
Aún cuestionan el verbo amar
y se hacen dueños de sus definiciones.
Como si pudieran poner puertas a un abismo.

Te sigo observando,
amándote desde la distancia,
agarrándome a los sueños de arcoiris
que un día tejimos.

Creo firmemente que un día el amor
será más fuerte que las balas.

#Amor #WorldPride #WorldPrideMadrid2017 #LGTB #LGTBIQ

lunes, 19 de junio de 2017

Acantilados

Yo, que siempre he sido de las que corre en dirección contraria
a lo que algunos llaman sosiego,
como si las playas de arena blanca
no fueran suficiente para mí,
porque mar en calma no hace marinero.

Él siempre ha tenido por bandera la huída y el descarrilamiento,
construyó su muro de hormigón forjado en recuerdos
que tenía bajo llave,
de esas tan pesadas que decides tirar por la borda
esperando que se pierdan en algún puerto.

Enterré en el mar mis sentimientos haciéndome la fuerte,
curándome entre polvos de pasados y futuros inciertos,
esperando que el cofre aguantara el hielo. Y yo, que siempre he sido despistada, olvidé la llave.

Y nuestros caminos se cruzaron.
Y ahondamos en las comisuras
de las medias sonrisas, buceamos
en la profundidad de las pupilas
y nos besamos la piel
tanto en verano como en invierno.

Hicimos equipo para buscar las llaves
y nos reíamos cada vez que tropezábamos
con el reflejo de la luna o las estrellas
en cada acantilado cada vez que olvidábamos la meta y habíamos el amor. 

Me abrazaba por la espalda si me despertaba sudando y tosiendo,
con miedo a mi misma, a los otros o a su reflejo.
Me besaba los hombros,
me acariciaba el pelo.
Y me calmaba.

Mis ojos, poco a poco, dejaron de ser cuencas llenas de desesperanza,
de repente se vaciaron del odio
y rencor acumulado en mi infancia
como si los terrenos raspados que frecuento
tuvieran sentido más allá del dolor.

Como si la magia hubiese aprendido a renacer entre mis párpados
en el clima de un abrazo,
en el susurro que me viene a los labios con cada "Quiero volverle a ver"

Y ahí estábamos, huyendo de los tormentos y adentrándonos en el océano. Y qué sé yo.
Se nos olvidó lo de las llaves,
pasaron las primaveras y los inviernos, nadábamos con ahínco,
con las ganas de quien se juega todo apostando nada, queriendo ganar el mundo. Nuestro mundo.
Y nos llenábamos de besos y acabábamos exhaustos tras cada noche de pasión.
Mis cuencas se  llenaron de pétalos y en las grietas de su muro nacieron flores.

Resultó que las llaves siempre las habíamos tenido en los labios.

martes, 13 de junio de 2017

Me vale con que me digas

Me vale con que me digas
que hablarán nuestras comisuras,
que la vida es bonita
aunque nos esperen sombras
en cada esquina.

Me vale con que me digas,
mirándome a los ojos,
que aunque ellos digan
que el amor es mentira,
vamos a besarnos tanto
como si creyésemos en él.

Me vale con que me digas
que cuando nos pueda el bochorno
vamos a nadar
en el mar de nuestras pupilas,
que vamos a ser niños grandes
jugando a ser valientes
sin buscar la puerta de salida.

Me vale con que me digas
que vas a estar aquí,
que voy a estar aquí.
Y que lo demás no importa.

jueves, 4 de mayo de 2017

No queremos compasión

Este texto es mi reivindicación personal por todas y cada unas de la enfermedades crónicas e invisibles:

"No queremos compasión. No queremos una mirada que exprese "pobrecito". Queremos que nos entendáis cuando no nos encontramos bien, cuando nos quejamos de dolor o estamos cansados. Que entendáis si no hacemos planes a largo plazo. O si cancelamos una cita en el último momento. Que no miréis incómodos cuando tosemos, o cuando nos caemos, o cuando vomitamos. Que nos abracéis si lloramos. O que nos dejéis nuestro espacio. Pero con respeto.

No os pedimos compasión. Os pedimos que entendáis que si nos han concedido una plaza de aparcamiento es porque nos cuesta la vida llegar hasta la puerta. Que se nos salen los pulmones por la boca, o nos fallan las piernas, o se nos sale la cadera. Cosa que a vosotros no. Que si alguien tiene discapacidad, es por algo, aunque no la veas.

No queremos compasión. Queremos que en el ámbito laboral se mire nuestro trabajo y esfuerzo y no los días que faltamos porque estamos malos o vamos al médico. Queremos que disfrutéis con nosotros de las cervezas, los viajes y los bailes cuando estamos bien. Pero que también nos tengáis en cuenta si preferimos otro plan más tranquilo.

No queremos compasión. Queremos que no nos deis de lado en nuestros bajones, anímicos y físicos. Que a veces, entendáis nuestro cabreo con el mundo. Aunque no podéis salvarnos, podéis ser un apoyo. Queremos que nuestra lucha sea la vuestra. Porque la salud no es algo de lo que nadie podamos escaparnos.

Queremos que nos aceptéis y respetéis por lo que somos y lo que podemos ser. No por vuestros prejuicios. Porque al fin y al cabo todos somos lo mismo. Somos tu hija, tu compañero de trabajo, tu novia, tu amigo, tu madre, tu vecino, tu hermano".

Sofía Reguillos
Chica_Salada

viernes, 14 de abril de 2017

Besa joder, besa.


Besa cada espacio de tierra que pisas. Cada recoveco, cada piedra. Besa cada obstáculo que superas, el camino que adopta tu trayectoria. La forma en que te empoderas cada día.

Bésate. Se nos ha olvidado el amor en primera persona y abogar por nuestras heridas nos lleva a más victorias. Bésate mucho. Besa tus alas. Tus sueños. Besa también tus caídas.

Besa los detalles. La magia. Los momentos. Los instantes en que otros no pudieron. Besa, por las miradas que ahora son estrellas que nos guían. Sigue besándoles. Siempre.

Besa. Besa, Joder, besa. Por todos los 'Te quiero' que no dijiste. Por todos los abrazos que no has regalado brindando cuentas al miedo. Porque aún vives con una espina continua clavada, porque aún sangra por fuera el corazón. Besa. Di lo que sientes.  Arriesga y gana. Abraza y besa.

Besa con el puño en alto. Besa a tus adversarios, aunque no pienses como ellos. Porque nos han enseñado erróneamente; los besos pueden mover montañas y tienen más trayectoria que las balas. 

Besa, besa joder, besa.
El amor.
Nos salvará del mundo

@chica_salada
Sofía Reguillos

sábado, 25 de marzo de 2017

Dispara

Dispara. Alguien ha de decirle a la vida que ya no estamos para juegos. Que nos hemos aburrido de las mentiras e hipocresías de los de arriba, que estamos hartos de tocar el sufrimiento con la yema de los dedos a través del televisor. Que ya no vamos a apartar la mirada.

Dispara. Que estamos aquí, de pie, toda mi generación. Que vamos a gritar fuerte; estamos ya cansadas de que nos callen la boca con pan y circo que no nos representa.

Dispara. Que lo legal está teñido de billetes y ensangrentado con injusticias que pagan los inocentes. Los confiados. Los que nunca pensarían que alguien podría robar, matar, violar…, e irse de rositas.  Porque sólo son los pobres. O sólo son mujeres.

Dispara. Que a todos nos han desahuciado de nuestros sueños y nos han incrustado la sensación de indefensión en nuestro propia casa. Que todos sollozamos en silencio para que no nos escuchen demasiado, cuando los de al lado son quienes pueden salvarnos la vida. Y nos matan.

Dispara.  Que hay personas que estudian, y trabajan, hipotecan sus ideas por empleos mal remunerados para luego, tener que huir de su hogar. Tener que abandonar las raíces de lo que un día fueron por lo que nadie les asegura que serán.

Dispara. Que nuestro mar está lleno de cadáveres con sueños rotos, de promesas de un futuro que escapaba de la guerra y la miseria y nosotros, cambiamos de emisora. Atendimos al ruido de nuestro ombligo y aún se nos llena la boca con la palabra Solidaridad.

Dispara. Que la gente malvive sin techo y pide comida en el metro, la gente muere esperando medicamentos que no se aceptan, porque son demasiado caros, pero la muerte se escribe en los paraísos fiscales de sus conciencias.

Dispara. Que no duelen los golpes. Duele la infamia.

Dispara.
Si no lo haces tú.

Lo haremos nosotros. 

Chica_Salada 
Sofía Reguillos

viernes, 24 de marzo de 2017

Empezamos bailando

Empezamos bailando como dos desconocidos,
Nos hurtaron el miedo una noche y borrachos,
Exhibimos nuestro lado más salvaje
a los pies de una cama de inviernos desgastados.

Entramos en calor.
Inventamos un amor subrogado,
Ajeno a las mentiras que nosotros mismos
nos decíamos.
Creyéndonos los fuertes.
Apretamos los tornillos
de las puertas al tiempo que saltamos
el cemento para vernos otra vez.

Silbamos.
Como el niño que observa un Pavo Real por vez primera,
inundado en sus colores, alucinando de que las estrellas,
de repente, brillen más.
Bebimos y seguíamos teniéndonos sed.
Reinventamos la acción de soñar.

Saltamos de la magia al precipicio 
y volamos con las alas desplegadas
Porque para nosotros "Quizás" es sinónimo de Ganas.
Y "Juntos" significa Libres sin necesidad de poner palabras.
Sonreímos.

Nos volvimos dos locos que desataban
las cuerdas de la cordura cada sábado,
y en la cama nos negábamos amor entre caricias,
sellando los labios a mordiscos
porque con la mirada nos decíamos demasiado.

Queríamos gritar y callamos
Dejando que el fuego inundase las pupilas
Y las manos improvisasen el lenguaje del Destino. 
Como si nos diese miedo concebir la idea
De que de repente,
Habíamos caído.

Estábamos enamorados. 










Chica_Salada 
Sofía Reguillos

domingo, 12 de marzo de 2017

Desde el espejo

Alguien se enamorará de ti. 
Alguien te dirá que te salen garras 
de las manos cuando las ganas
llegan a invierno y amenazan 
con tirar la toalla.
Alguien te dará una palmada y te recordará
que en tu diccionario no aparece la palabra rendirse.

Alguien se enamorará de tus alas,
llenas de rojeces y plumas fracturadas
de tanto salto,
intactas en su certeza 
de que saben volar.
Alto.

Alguien amará tu mirada altiva
encubriendo los miedos de la infancia.
Tu cara, llena de secretos.
Tu mano cerrada cansada de pedir limosnas que no merecías.
De no conformarte con menos.

Alguien le pintará los labios a tu sonrisa 
y destapará la palabra ilusión 
del baúl de tus recuerdos.
Alguien, que palpó la sangre en las banderas de tus batallas perdidas. 
Que se enjuagó la cara con el miedo y agua tibia. 
Y luego, te secó.

Alguien sabrá que los abrazos 
son la forma que adopta la magia
Para seguir vivo.
Para comprender que a veces, 
los tropiezos son también camino.
Alguien te enseñará a perdonarte
 y acariciar tus decepciones 
como quien arropa con seda la piel más delicada.

Alguien te recordará que equivocarse es de valientes,
Que quien ama con locura, se entrega a la vida.
Que tropezar no es caerse. 
Y que siempre puedes volver a ponerte en pie.

Alguien te dirá que tú vales mucho más que todos los temores y desidias.
Estoy segura.
Se enamorará de ti. 

Sólo mírate al espejo.



Chica_Salada 
Sofía Reguillos

martes, 14 de febrero de 2017

Y a veces alguien llega...

A veces me sorprendo y huyo.
Huyo del compromiso.
De las etiquetas.
De los formalismos,
de los planes irrealizables.
De las utopías mentidas.
Huyo de la ajena posibilidad
De poder enamorarme.

Pero llegaste
Como el soplo de aire fresco
que eriza la piel.
Que quema por dentro,
Que construye un abrazo cada noche
Y destiñe el negro de mis miedos.
El soplo de aire que me enseña
que puedo dejar de aferrarme
A los clavos ardiendo.
Que con una coraza menos dura
También se puede vivir.

Eres el soplo de aire
Que me hace no querer huir.
Que me empuja a estrellarme
Contra los esquemas
con que me costó identificarme.
Que con un gesto amable
Devuelve la sonrisa a la desesperanza
y arropa de confianza
Los hundimientos del corazón.

Eres el soplo de aire
que me hace querer besarte
En cada rincón de la ciudad.
Pobres las esquinas y soportales,
Que alguien le diga al sol
lo que es arder de verdad.
Que volví a encontrarme
con la ternura en tus pupilas
Y la ilusión abrió la puerta
Después de cada orgasmo
Porque el sexo redefinió su nombre
Por la palabra libertad.

Eres aquel que quiero
compartir con mis amigos,
Con quien deseo desnudarme
y no sólo en la piel.
Haces que los planes
de veinticuatro horas queden cortos
porque no hay mayor naturaleza
que la de estar callados
y decirnos todo.

Y es que me haces
querer saltar al abismo
Si es de tu mano,
Porque reir tiene otro significado
Y no hacen falta capas
Para poder volar.

Eres el abrazo
del que no deseo huir.
Eres el beso

donde me quiero quedar. 



Chica_Salada 
Sofía Reguillos

domingo, 22 de enero de 2017

El tren

Dicen, que una estación rebosa magia,
y yo te encontré en aquel andén
con atisbos de luz que dejaban entrever
los misterios entre sus raíles.  
Ahí estabas tú, con la sonrisa de un niño
que aún no ha terminado de crecer,
inmerso lo que suponía un nuevo viaje.  

Llegaste con la frescura
brillando en las pestañas,
la ilusión saltando en las pupilas
y las manos hacia la espalda
para no rozar aquello
que pudiera dañarlas.
Como quien ha acumulado
tantos kilómetros de frustraciones
que su tren no admite ya otra retirada.  

Me senté a tu lado,
creyendo que el viaje no sería largo,
pensando que la magia
era sólo un cuento chino
 y ya no quedaban trucos para mí.
He vivido demasiado y mi tren está cargado
de caminos hacia ningún lugar.
A ambos nos sobraba equipaje.

Habíamos blindado el corazón
pero aún destilábamos ternura en la piel.
Nuestros agujeros en las corazas
se entendieron demasiado. Y estaba bien.
Nadie nos había avisado
de que íbamos sentados
rozando unas manos
que habían tejido las mismas dudas.
Que habían albergado los mismos sueños.
Tan diferentes, tan iguales en el trayecto.
Y estaba bien.

Mirábamos por la ventana
y saboreábamos la luz del sol,
dejándonos seducir por la idea
de que otro mundo es posible, quizá.
Otro escenario, con unos dedos
que encajen con nuestros miedos,
con unas miradas que comprendan
sin necesidad de ver.  
Una sonrisa que sea capaz
de rompernos por dentro
y encajar, de nuevo, todas las piezas.

Después de muchos tropiezos,
me sentía como en casa.
Y sé que no quiero
bajarme del tren.





Chica_Salada 
Sofía Reguillos

sábado, 7 de enero de 2017

Superhéroes

Todos corremos,
como si supiésemos
dónde ir.
Como si las capas
desgastadas
a nuestra espalda
aún soportasen
el peso de los héroes
que un día fuimos.
Como si no se nos hubiera
olvidado volar.

Aún saltamos,
como si no sonase
en nuestros oídos
una constante
canción de despedida.
Como si no hiciese frío.
Como si no sintiéramos
desgarrarse
Nuestras entrañas.

Bailamos,
como si las únicas
lágrimas fuesen
las de la risa.
Como si en
nuestras pupilas
No se dibujase
la agonía
De las noches
que nos cuesta respirar.

Abrazamos,
porque somos amigos
de los éixitos
del día a día.
Porque sentimos
los golpes,
y los amamos.
Buscamos entre
desesperanzas
la palabra Felicidad.

Porque una sonrisa compensa
la incomprensión de la mirada ajena,
las caricias ayudan a cerrar heridas
y las carcajadas que terminan en tos
Te sanan por dentro.

Tenemos agujeros
y el color se ha desgastado,
es cierto.
Pero aún somos
Anónimos héroes
que vuelan sorteando tormentas.
Que ponen su corazón,
sus tripas y sus pulmones
en las risas venideras.

Porque somos los abanderados
de las pequeñas victorias
por las que merece
la pena respirar.

@Chica_Salada
Sofía Reguillos

martes, 20 de diciembre de 2016

Yo te amo más allá

Háblame del Universo,
De Dios,
De los posos del café
Y de los inviernos
Que encerraste con tu infancia.
Háblame de lo que crees
Como amor,
De la soledad,
De las primaveras que arrancaste
en las espinas de una adolescencia
Que te enseñó a vivir mientras dolías.
Mientras sangrabas
Y tenías que coserte por dentro
Cuando otras miradas se posaban
En escaparates y luces de colores
Sin notar el frío en el cuerpo.

Háblame de tu interior.
De las cerraduras
cuyas llaves olvidaste
en algún mar de agua salada,
O en algún desierto.
De las capas grises
que te pasean a veces
Y te emborronan.
De cómo caes en esa espiral
Una, y otra vez.
Y de cómo coges aire,
Guardas silencio
Y vuelves a subir a flote.

Háblame de la enfermedad,
Del vacío,
De la ilusión y las ganas.
De lo que te come
por dentro.
De por qué
las yemas de tus dedos
Olvidaron
la ternura de las miradas.
De los besos.
Háblame de dónde te imaginas.
De lo que ansías.

Pues los espejos
reflejan sólo
lo que intentas mostrar,
Lo bello.
La esencia,
sin embargo se encuentra
En aquellos que abrazan,
Sienten y calman
Tu "Yo" tridimensional.
Algunos se saciarán
con tu reflejo.
Yo, te amo más allá.

Chica_Salada
Sofía Reguillos

domingo, 11 de diciembre de 2016

Adicta

Me voy a volver adicta, amor,
al momento en que el agua
comienza a arder
y se encorba mi espalda
al roce de tus manos.

La manera en que se eriza
cada milímetro
de mis zonas erógenas
habla más de mí 
que las palabras
que pueda decirte.

Porque sí, 
me encanta
que me abras
a pecho descubierto
y lubriques
 mis sensaciones
simplemente
con la declaración
 de intenciones
de tu mirada.

Mis uñas ya no saben
donde clavarse.
Tu espalda,
tu pecho, tus brazos
los conozco ya
y sólo quiero seguir
sintiéndote más.
Dentro.

El climax arde
Y nosotros con él
Y caemos,
Y volvemos a caer.

Y es que sí,
Eres mi orgasmo,
Mi momento perfecto
Y el elixir
Que cada noche
me devuelve a la vida.




Chica_Salada
Sofía Reguillos

Puedo prometer que prometo

No puedo prometerte un final de cuento,
cuando los parasiempre están repletos
de perdices que murieron
en mitad de la batalla.
No puedo encajar esperanza en nuestros dedos
cuando soy la primera a la que le sobran miedos
y heridas que me hacen cada vez más humana.

No puedo, aunque quiero.
Pero sí sé que puedo 
prometer que prometo
Que haré un esfuerzo
por dormir a tu lado
y dejarme abrazar.
Que te besaré 
cada mañana.
Que cuidaré tu piel 
entre mis sábanas
y mimaré cada abrazo
al final de la jornada.
Que intentaré ser valiente
sintiéndome desnuda 
delante de ti,
Aunque sea con ropa.
Aunque sea con miedo.
Así.

Porque esta es mi mayor
declaración de intenciones.
Sabiendo que al final de la partida

Ganaré contigo, ganándome a mí. 





Chica_Salada
Sofía Reguillos