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viernes, 23 de noviembre de 2012

Caballo de Troya


Imágenes prohibidas que se acomodan en mi almohada. En mi pecho y en mi vientre, en mi cama salada. Pensamientos intensos, y a la vez etéreos y sinuosos. ¿Por qué me buscan, con la luz apagada?

Quimeras desorbitadas, carentes de sentido que buscan fugaces, una sombra que iluminar, que recoger del atisbo del miedo y el resentimiento, del sopor y del olvido. Que buscan una forma de amar.

Sueños e ilusiones que llaman a la puerta, incesantes, pidiendo el cobijo de un alma que les quiere salvaguardar. ¿Por qué, en esta noche oscura, llaman? ¿No se podían esperar?

Corazones que no atienden a razones y razones que no cederán jamás. Batalla incesante entre día y noche, calor y frío. Compañía y soledad.

Autoengaños ilusorios. Eso es, falsa felicidad.  Imágenes carentes de sentido, pero que al final mi corazón se ganarán.

Batalla incesante entre sentimiento y razón. Perdón y olvido.

El caballo de Troya que siempre arderá.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Pequeños consejos para la vida :)


Quiero compartir con vosotros frases de un vídeo llamado "Sunscreen", en las que da pequeños consejos que te sirven para reflexionar, y para relativizar un poco nuestra vida. Cada uno, que saque las conclusiones que sean oportunas según su experiencia :). 
¡Espero que os guste!

Señoras y Señores, usen protector solar. Si pudiera darles un consejo para el futuro, sería éste.  Los científicos han comprobado  los beneficios a largo plazo de esto, mientras que los consejos que les voy a dar no tienen base empírica, simplemente, mi propia experiencia…

He aquí mis consejos:

Disfruta de la belleza y fuerza de tu juventud. No me hagas caso, nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que te hayas marchitado. Pero créeme, dentro de 20 años cuando en fotos te veas a ti mismo, comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad. No estás tan gordo como te imaginas.

No te preocupes por el futuro. O preocúpate, sabiendo que preocuparse es tan efectivo como intentar resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de esos que te sorprenden a las cuatro de la tarde de un martes cualquiera.

Todos los días haz algo a lo que temas. Canta. No juegues con los sentimientos de los demás y no toleres que la gente juegue con los tuyos. Relájate. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde. La competencia es larga y al final, sólo compites contra ti mismo.

Recuerda los elogios que recibas Olvida los insultos (peros si consigues hacerlo, dime cómo). Guarda todas las cartas de amor. Raja los antiguos extractos bancarios.  Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres en la vida.  Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían 22 años.  Es más, algunas de las personas más importantes que conozco no lo saben aún con 40. Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas. Sentirás la falta que te hacen cuando te fallen.

Quizás te cases. Quizás no. Quizás tengas hijos, quizás no. Quizás te divorcies a los 40 o quizás bailes un vals en tu  75 aniversario de bodas… Hagas lo que hagas, no te critiques ni te enorgullezcas demasiado. Siempre optarás por una cosa u otra, como todos los demás.

Disfruta tu cuerpo, aprovéchalo de todas las formas que puedas. No tengas miedo ni te preocupes de lo que piensen los demás. Porque es el mejor instrumento que tendrás jamás.

Baila. Aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa. Lee las instrucciones aunque no las sigas.  NO leas revistas de belleza,  que para lo único que sirven es para hacerte sentir feo

Hermano y hermana, juntos lo lograremos. Algún día un espíritu vendrá y te llevará hasta el final. Yo sé que te han hecho daño, pero estaré ahí esperando por tí, y estaré ahí sólo para ayudarte cada vez que pueda hacerlo

Aprende a entender a tus padres, será tarde cuando ellos ya no estén. Llévate bien con tus hermanos, son tu mejor vínculo con tu pasado… y probablemente serán ellos quienes te acompañen en el futuro.

Entiende que  los amigos vienen y van, pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño. Esfuérzate en no desvincularte de algunos lugares y costumbres, porque cuanto más pase el tiempo más necesitarás a las personas que conociste cuando eras joven.

Vive en una ciudad alguna vez, pero múdate antes de que te endurezcas. Vive en el campo alguna vez, pero múdate antes de que te ablandes. Viaja.

Acepta algunas verdades ineludibles: Los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán,  y tú también envejecerás. Y cuando seas viejo, añorarás los tiempos en los que eras joven. Los precios eran aceptables, los políticos eran honestos… y los niños respetaban a los mayores. Respeta a los mayores.
No esperes que nadie te mantenga. Quizás recibas una herencia, tal vez te cases con alguien rico, pero nunca sabrás cuánto durará.  No te hagas demasiadas cosas en el pelo, porque cuando tengas cuarenta aparentará ser de alguien de 85.

Sé cauto con los consejos que recibas, y ten paciencia con quien te los da, los consejos son una forma de nostalgia. Dar consejos es una forma de sacar el pasado de la caja de basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo, dándole más valor del que tenía. 



Pero créeme, en lo del protector solar.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Pequeñas reflexiones de esta vida

Aquí estoy, de nuevo, frente al ordenador. Hacía tiempo que no escríbía y me apetecía hacerlo. Además, no será por que no han pasado cosas estos últimos días para ello. Pero me daba miedo. Es curioso cómo a veces nos aterra enfrentarnos a nuestros propios pensamientos. O a nuestros sentimientos.

Creo que la vida es un continuo aprendizaje. Aprendes y te levantas. Caes de nuevo, y vuelves a aprender. Tropezarás mil veces con la misma piedra y, si se te olvida sortearla alguna vez, la vida se encargará de devolvértela. Hasta que la aprendas a saltar. O vuelvas a caer.


Miras atrás y te das cuenta de todos los aprendizajes de tu ser. Desde que naciste, lo que te ha ido enseñando tu camino, y las personas que estuvieron en él. Las ilusiones que cayeron, las promesas que se rompieron. Las palabras que se desvanecieron. Las frases bonitas que no fueron acompañadas de un hecho. Ese "te echo de menos", y que no hicieran nada por volverte a ver.  Ese "te quiero" pero "no puede ser". Esos enfados sin argumentos que provocaron muros y trechos entre personas que realmente no se querían enfadar, y que ahora se echan de menos. Esos orgullos mal justificados que ganaron a la amistad, al amor o a simplemente la generosidad. Esas barreras que hemos aprendido a crear a nuestro alrededor, aislándonos del mundo. para vivir "en paz".


Y echas la vista atrás, y te das cuenta de que la gente se va. Y de que algunos no volvieron. Queda sólo el amor y los abrazos que te dieron. Los besos. A veces la distancia física o sentimental hace que se pierda todo eso. Entonces, ¿qué queda de esas personas, que un día fueron importantes para tí?


Muchas veces planeamos en nuestra mente conversaciones que no llevaremos a cabo. Quizás por miedo. Quizás por temor a que nos hagan daño. A veces nos quedamos quietos, por miedo tal vez a dar un paso en falso. A cometer una estupidez, a que todo acabe mal o a sentirnos defraudados. No disfrutamos de la vida y andamos esperando algo abstracto, indeciso, a veces en vano. Sin caer en la cuenta que el Destino no va a venir a servirnos, que tenemos que ser nosotros quienes lo construyamos.


Todas esas cosas que un día quisiste hacer, y no hiciste. Todas esas aventuras locas que quedaron en un cajón de tu recuerdo, olvidado. Esas palabras atrevidas, o cariñosas, que podían haber evitado tantas cosas. Esas miradas que se escondieron para que no se cruzaran con otras.... Esos abrazos que nos aguantamos. Esas ganas de descolgar el teléfono y llamar a la persona que nos vuelve loca. O al amigo de toda la vida. A tu madre o a tu padre. Da igual. Todas esas acciones que hicimos, o no hicimos, y nos hicieron perder experiencias y personas.



           La vida es un continuo aprendizaje, y yo he aprendido que puedes llegar a  arrepentirte de lo que haces, pero te arrepientes mucho más de lo que queda sin hacer. Que en la vida hay que arriesgarse y que no te lleva a nada un "no sé". Que las cosas se esfuman, los trenes pasan y lo coges o no lo coges, pero no va a retroceder. Que el esfuerzo da pereza, pero siempre tienes recompensa. Que no se puede ser débil y hay que pensar en uno mismo, forrar tu corazón para que no puedan pisotearlo a su gusto. Pero que también hay que dejar un margen de flexibilidad, si de alguna manera quieres seguir siendo humano y que alguien pueda penetrar en él. Que los sueños nos alimentan pero no podemos vivir en ellos, siempre hemos de tener la cabeza donde los pies. Pero que sin la esperanza el corazón muere, y eso es lo último que debemos perder.

Que no quiero mirar atrás y arrepentirme de las palabras que no dije o los besos que no dí. Aunque fuera peligroso, aunque me pudiera el orgullo o aunque todo estuviera en contra. Porque era lo que sentí. Y nunca me hubiera perdonado no haberlo hecho. Perdiera o ganara; aprendí.



Que la vida está para vivirla y esta es la forma en la que quiero vivir. 


Y no me arrepiento de lo hecho.