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jueves, 20 de junio de 2013

No te rindas

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.


Porque no estás solo, porque yo te quiero.



"No te rindas", Mario Benedetti. Poema sobre la resiliencia.



miércoles, 5 de junio de 2013

Pasión

Suspirar. Sentir que me estremezco si tus manos rozan mi piel. Oírte respirar. Susurrarte. Contemplar tu torso y tu espalda, desnudos, ante la desnudez de mi cuerpo y de mi alma.

Mirar tus ojos grises, y perderme. Como pez que lleva la corriente, placentera, misteriosa, indescriptible. Atisbos de dulzura y de deseo ardiente.

Acariciar con la yema de mis dedos, rozar con mis besos, tu cara, tu rostro, firme, apuesto. Tu barba. Sentir cosquillas que atraviesan mi piel y mi alma. Tu cuerpo en mi vientre, mis manos en tu espalda.

Amarte intensamente, como dos aves atrapadas. Sentir tu cuerpo jadeante, impregnar de mi olor tu almohada.



Chica Salada