Hoy es, como sabéis, el Día del Libro. Pero también es 4º
Miércoles de Abril: Día Nacional contra la Fibrosis Quística.
Algunos no sabréis lo que es. Otros, demasiado. Para los que
no lo conocéis, podría hablaros de miedo, de indecisión. De la sensación de
indefensión que te acompaña a lo largo de la vida. De tristeza. De expectativas
frustradas. De lágrimas y de tener que endurecerse con cada caída. De dolor
físico y emocional… Pero ya sabéis, no me gusta recrearme en lo negativo,
habiendo tantas cosas bonitas de las que hablar.
Prefiero en este día recordar valores como la amistad o el
amor. Sentimientos que esta vida nos ha enseñado a valorar muchísimo más.
Prefiero hablar del vivir cada momento de la vida cual último de nuestra
existencia. Hablaros de saborear cada mañana y contemplar cada atardecer. Y dar
las gracias. Prefiero hablaros de sonrisas, y de risas que se escapan casi por
cualquier cosa. De los detalles que valoras cuando tantas personas los pasan
por alto. Quiero hablaros de personas. De las que están, y de las que ya no nos
acompañan. De la huella que deja cada ser humano en tu vida. De sacar la
esencia de cada relación interpersonal, de cómo guardas los recuerdos en el
corazón. Prefiero hablaros de altruismo y la generosidad, porque sabes
perfectamente lo que cuestan algunas cosas. Prefiero hablaros de las ganas de
superarse a uno mismo, de seguir adelante aunque entren ganas de tirar la
toalla.
Y quisiera dar las
gracias, en especial a dos personas. Ellos saben quiénes son. Ahora los tengo
lejos pero cada vez más cerca. Y en extensión, a 3. Mi otra mitad.
Y dar las gracias a los que acompañan, a los que luchan por
una calidad de vida digna para los que han tenido la “suerte” de conocer la fq.
Y bueno, pues eso, a sonreir todo el mundo, ¡que un día sin
sonrisas es un día perdido!
23-Abril-2014
Sofía Reguillos.