Hoy vuelve a ser un día en el que una sombra invisible cubre
el cielo, y te recuerda lo puta que es la vida cuando quiere.
No quiero despedirte. Como no quise despedir a tantos otros.
Porque decir adiós supone reconocer que una batalla más se ha perdido. Que la
FQ se ha hecho fuerte y vuestros pulmones no han vencido.
Os echamos de menos. Y a ti, Alberto, voy a echarte especialmente de menos. Me faltará ese compañero de madrugones de allá para cuando esperando para consulta de Luis. Me faltará saludarte entre pasillos y consultas, me faltará leer tu facebook o tu blog para saber cómo estás. Para saber cómo iba tu lucha de pasos pequeños y pesarosos.
Sé que luchaste. Sé que te aferraste a la vida como tantos
otros. Y sé que el dolor que dejáis es más profundo de lo que nadie pueda
llegar a imaginar. Son muchas las personas a las que habéis tocado. Desde
familiares y amigos, hasta los que compartimos algo más que una perspectiva de
vida común.
No me importa reconocerlo: Hoy es uno de esos días de mierda en los que te planteas las cosas de nuevo. En las que el miedo llama a tu puerta y no sabes cómo echar el candado para no tener que abrir.
Vamos tejiendo nuestras capaz de superhéroes forzados con
cada una de las ebras de este mando que todos los fiquis formamos. Y a cada uno
que se marcha, se hace un agujero más. Pero os prometo que vamos a seguir
adelante, con la capa aunque sea a pedazos. Porque nuestros pulmones lo
merecen. Porque nosotros mismos lo merecemos. Y por los que se han quedado en
mitad del camino.
DEP Alberto.
PD: Os dejo un enlace a su blog, para que veáis su gran ejemplo de superación.
http://www.elespejodelaverdad.blogspot.com.es/
Chica Salada