Vosotros, los que miráis sin ver.
Los que observáis por encima del hombro.
Vosotros. Que pensáis que el amor solo
se demuestra cuando se hace con el fin de orgasmos cómodos.
Que no sabéis que la cama de la que más emoción pura ha sido
testigo
es la de un hospital en cuidados intensivos.
Vosotros, a los que el dolor físico os parece lejano, sucio,
que no sois capaces siquiera de entrever la intensidad del dolor
ajeno,
de aquel que lucha contra su propio cuerpo.
Contra su propio
destino.
Vosotros, ignorantes.
Vosotros, benditos.
Que tenéis un presente sin remiendos.
Que tejéis un futuro lleno de sueños.
Que no paseáis entre incertidumbres.
Que no tenéis que aprender día a día
a zurcir vuestros deseos.
Vosotros, a los que miraros al espejo,
No supone revivir los destrozos
de vuestro corazón maltrecho.
Vosotros, que no tacháis días del calendario
Calculando cuánto tiempo tienes para cumplir
todo lo que has anhelado.
Vosotros, que os impedís mostrar pasión.
Vosotros, cabizbajos, cohibidos.
Que os aflige vuestro miedo a monstruos creados
Por vuestro propio cerebro.
Que frenáis vuestros sentimientos
Por el qué dirán,
Por la evaluación de los demás,
Como si les importara.
Vosotros, que no besáis,
Que no abrazáis, que no os tiráis al abismo sin paracaídas.
Vosotros, que no viajáis, que no bailáis.
Que no miráis al mundo con la pasión de un niño.
Que no amáis con todo vuestro corazón
Porque no conocéis la sensación
de temer que mañana venga la parca
y no puedas tachar más días en el calendario.
Vosotros, temerosos.
Vosotros, inhibidos.
Los sanos. No me dais envidia.
Porque yo puedo decir que sí, que he vivido.
Chica_Salada
Sofía Reguillos
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